La entrada de ayer tenía algunas citas del primer libro de la trilogía, y la de hoy va a tratar de varias citas de En Llamas. Por ahora estoy muy contenta de como está marchando la semana. Como ya dije, no puedo poner todas las citas del libro, solo algunas pocas. No están en un orden exacto. Espero que os gusten y os las dejo abajo:
........................................... Katniss Everdeen, la chica en llamas, ha encendido una chispa que, si no se apaga, podría crecer hasta convertirse en el incendio que destruya Panem.
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Gale se acerca y me levanta del suelo. La habitación da vueltas y tengo que agarrarme a su cuello para no caer, mientras él ríe, feliz.
-¡Oye!-protesto, aunque también me río.
Me deja en el suelo, pero no me suelta del todo.
-Vale, huyamos-dice.
Gale se acerca y me levanta del suelo. La habitación da vueltas y tengo que agarrarme a su cuello para no caer, mientras él ríe, feliz.
-¡Oye!-protesto, aunque también me río.
Me deja en el suelo, pero no me suelta del todo.
-Vale, huyamos-dice.
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-Entonces, ¿qué hacemos con los pocos días que nos quedan?
-Quiero dar las gracias a los tributos del Distrito 11 -digo. Primero
miro a las mujeres del lado de Thresh-. Solo hablé con Thresh una vez,
lo suficiente para que me perdonara la vida. Aunque no lo conocía,
siempre lo respeté. Por su fuerza, por negarse a jugar en unos términos
que no fuesen los suyos. Los profesionales querían que se uniese a ellos
desde el principio, pero él no quiso. Lo respetaba por eso.
Por primera vez, la anciana encorvada (¿será la abuela de Thresh?) levanta la cabeza y esboza la sombra de una sonrisa.
La multitud guarda silencio, tanto que me pregunto cómo lo consiguen. Deben de estar todos conteniendo el aliento.
Me vuelvo hacia la familia de Rue.
-Sin
embargo, me parece que si conocía a Rue, y ella siempre estará conmigo.
Todas las cosas bellas me la recuerdan. La veo en las flores amarillas
que crecen en la Pradera, junto a mi casa. La veo en los sinsajos que
cantan en los árboles. Y, sobre todo, la veo en mi hermana Prim. -No me
fío mucho de mi voz, pero casi he terminado-. Gracias por vuestros
hijos-digo, y levanto la barbilla para dirigirme a la multitud-. Y
gracias a todos por el pan.
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-¿Crees que habríamos acabado así
si solo hubiese ganado uno de nosotros? -pregunta, mirando a los demás
vencedores-. ¿Cómo una parte más de la feria de los mounstruos?
-Seguro, sobre todo tú.
-Oh, ¿y por qué sobre todo yo? -pregunta, sonriendo.
-Porque sientes debilidad por las cosas bellas, y yo no-afirmó, con aire de superioridad-. Te traerían al Capitolio y estarías completamente perdido.
-Saber apreciar la belleza no es lo mismo que sentir debilidad -señala Peeta-Salvo quizá en lo que respecta a ti.
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-Entonces, ¿qué hacemos con los pocos días que nos quedan?
-Solo quiero pasar cada minuto del resto de mis días contigo -responde Peeta.
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-Ni idea. Creo que yo no grito, ni me muevo, ni nada. Simplemente me despierto paralizado de terror.
-Deberías
despertarme -le digo, porque yo interrumpo su sueño dos o tres veces
cuando tengo una noche mala hasta que logra calmarme de nuevo.
-No hace falta, mis pesadillas suelen ser sobre perderte, así que se me pasa cuando me doy cuenta de que estás a mi lado.
- Pobre Finnick, ¿es la primera vez en tu vida que no estás guapo?
- Seguramente. La sensación me resulta completamente nueva. ¿Cómo has hecho tú para soportarlo tantos años?
- Solo tienes que evitar los espejos. Al final se te olvidará.
- No si sigo mirándote -responde.
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-Te juro que si lloras te mato ahora mismo.
-¿Te han mojado mucho? -me preguna, sonriendo.
-Si me escurres, chorreo -contesto.
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-Hola, Katniss -dice, como si nos conociésemos desde hace años, cuando lo cierto es que no nos habíamos visto nunca.
-Hola, Finnick -respondo, igual de tranquila, aunque me siento incómoda teniéndolo tan cerca, sobre todo con la cantidad de piel que lleva al aire.
-¿Quieres un azucarillo? -pregunta, ofreciéndome la mano que está llena de ellos.
Cuando tomamos la curva para entrar en el circuito del Círculo de la Ciudad, veo que un par de estilistas de otros distritos han intentando robar la idea de Cinna y Portia de iluminar a sus tributos. Los trajes con lucecitas eléctricas del Distrito 3, donde hacen aparatos electrónicos, al menos tiene sentido, pero ¿qué hacen los ganaderos del Distrito 10, que van vestidos de vacas, con unos cinturones llameantes? ¿Asarse a la parrilla? Lamentable.
-Supongo que ya lo has demostrado -responde Haymitch, restregándose el cuello-. ¿Aliados?
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-¿Qué? -pregunto.
-Ojala pudiera congelar este momento, ahora mismo, aquí mismo, y vivir en él para siempre.
(...)
-Vale.
-Entonces, ¿lo permites? -pregunta él, y noto por su tono de voz que sonríe.
-Lo permito.
...........................................
-Oooh, de menta -exclama Peeta después de abrir la bolsa de caramelos; se lleva uno a la boca.
-Son míos -lo regaño, intentando recuperar la bolsa. Él se la lanza a Haymitch, que se mete un puñado de caramelos en la boca antes de pasársela a Prim, que está soltando risitas-. ¡No os merecéis mis caramelos! -grito.
...........................................
La mujer parece hinoptizada por las palabras, en trance. Levanta una mano temblorosa y pinta lo que parece ser una flor en la mejilla de Peeta.
-Gracias -susurra él-. Es preciosa.
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-Hola, Katniss -dice, como si nos conociésemos desde hace años, cuando lo cierto es que no nos habíamos visto nunca.
-Hola, Finnick -respondo, igual de tranquila, aunque me siento incómoda teniéndolo tan cerca, sobre todo con la cantidad de piel que lleva al aire.
-¿Quieres un azucarillo? -pregunta, ofreciéndome la mano que está llena de ellos.
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Cuando tomamos la curva para entrar en el circuito del Círculo de la Ciudad, veo que un par de estilistas de otros distritos han intentando robar la idea de Cinna y Portia de iluminar a sus tributos. Los trajes con lucecitas eléctricas del Distrito 3, donde hacen aparatos electrónicos, al menos tiene sentido, pero ¿qué hacen los ganaderos del Distrito 10, que van vestidos de vacas, con unos cinturones llameantes? ¿Asarse a la parrilla? Lamentable.
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-Viviremos más si nos unimos.
-Viviremos más si nos unimos.
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-¿Qué? -pregunto.
-Ojala pudiera congelar este momento, ahora mismo, aquí mismo, y vivir en él para siempre.
(...)
-Vale.
-Entonces, ¿lo permites? -pregunta él, y noto por su tono de voz que sonríe.
-Lo permito.
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-Oooh, de menta -exclama Peeta después de abrir la bolsa de caramelos; se lleva uno a la boca.
-Son míos -lo regaño, intentando recuperar la bolsa. Él se la lanza a Haymitch, que se mete un puñado de caramelos en la boca antes de pasársela a Prim, que está soltando risitas-. ¡No os merecéis mis caramelos! -grito.
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La mujer parece hinoptizada por las palabras, en trance. Levanta una mano temblorosa y pinta lo que parece ser una flor en la mejilla de Peeta.
-Gracias -susurra él-. Es preciosa.
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-¿Qué es eso? ¿Qué quier decir? -pregunta con rudeza, preparada para matar.
-Quiere decir que estamos de tu parte -responde una voz trémula detrás de mí.
...........................................
-No pueden hacerme daño, no soy como vosotros. A mí no me queda nadie-responde Johanna, y se sacude de mi mano con impaciencia.
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Guardamos silencio durante un momento, retrasando lo inevitable, hasta que Haymitch dice:
-Supongo que nosotros también tenemos que despedirnos.
-¿Un último consejo? -pregunta Peeta.
-Seguid vivos -responde Haymitch, con voz ronca. Se ha convertido en nuestra broma privada. Nos da un abrazo rápido a cada uno y me doy cuenta de que es lo máximo que puede soportar-.
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...........................................
Mientras subo como puedo los escalones de la entrada, la puerta principal se abre y Gale me abraza.
-Me equivoqué, tendríamos que habernos ido cuando lo dijiste -susurra.
-No .-Me cuesta concentrarme y el licor se sale de la botella y se derrama por la espalda de la chaqueta de Gale, aunque a él no parece importarle.
-No es demasiado tarde -insiste.
Por encima de sus hombros veo a mi madre y a Prim abrazadas en el umbral. Nosotros huimos, ellas mueren. Y, además, tengo que proteger a Peeta. Fin de la discusión.
-Sí, sí que lo es.
Me ceden las rodillas y él me sujeta.
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-Quiere decir que estamos de tu parte -responde una voz trémula detrás de mí.
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-No pueden hacerme daño, no soy como vosotros. A mí no me queda nadie-responde Johanna, y se sacude de mi mano con impaciencia.
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Guardamos silencio durante un momento, retrasando lo inevitable, hasta que Haymitch dice:
-Supongo que nosotros también tenemos que despedirnos.
-¿Un último consejo? -pregunta Peeta.
-Seguid vivos -responde Haymitch, con voz ronca. Se ha convertido en nuestra broma privada. Nos da un abrazo rápido a cada uno y me doy cuenta de que es lo máximo que puede soportar-.
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-Recuerda, chica en llamas, que sigo apostando por ti. -Me da un beso en la frente y retrocede, mientras el cilindro de cristal baja para rodearme.
Mientras subo como puedo los escalones de la entrada, la puerta principal se abre y Gale me abraza.
-Me equivoqué, tendríamos que habernos ido cuando lo dijiste -susurra.
-No .-Me cuesta concentrarme y el licor se sale de la botella y se derrama por la espalda de la chaqueta de Gale, aunque a él no parece importarle.
-No es demasiado tarde -insiste.
Por encima de sus hombros veo a mi madre y a Prim abrazadas en el umbral. Nosotros huimos, ellas mueren. Y, además, tengo que proteger a Peeta. Fin de la discusión.
-Sí, sí que lo es.
Me ceden las rodillas y él me sujeta.
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¡Hola! Creo que es el libro que más me gustó de la trilogía.
ResponderEliminarComo se ha visto en tu entrada, está repleto de citas geniales.
¡Un abrazo!
¡Hola!
EliminarA mi me gustó muchísimo por la acción que tiene, y como se va conociendo la rebolución. Además, aparecen varios de mis personajes favoritos. Marcaría todo el libro, porque dices está lleno de momentos y citas geniales.
¡Besos! ^^
Veo que empiezas bien la semana dedicada a LJDH! e________e En llamas me gustó mucho, aunque me parecio un poco sacado de la manga que tuvieran que volver a la arena, yo lo único que queria es que fueran felices ;A;
ResponderEliminarBesos!
Parece que sí, yo estoy contenta por como está marchando. Yo ya lo sabía, porque había visto la película antes; pero en el libro me parecía muchísimo mejor, más lleno de acción. Y los juegos con los otros vencedores junto con la arena me pareció una mezcla perfecta. Yo también quería que lo fueran. Para todo lo que tienen que pasar (en Sinsajo sobre todo) acaban..más o menos...bien.
Eliminar¡Un beso! :)
holaa
ResponderEliminarme encantan las frases, la novela y la trilogía entera
un beso
¡Hola May!
EliminarCoincido contigo. La trilogía en sí y cada uno de sus libros son geniales :)
¡Un beso!
Hola ^^
ResponderEliminarLloré con la parte en la que agradecen al distrito 11 fue muy cruel esa parte. Y Peeta siempre tan adorable *w*
Un beso, me quedo por aquí ♥
¡Hola guapa!
EliminarYo también lloré. Con la película y con el libro. Me dio mucha pena y al igual que tu, me pareció muy cruel el trato que recibieron los habitantes del distrito 11. Peeta es puro amor, es un trozo de pan *-*
Muchas gracias ^^
Me pasaré por el tuyo pronto, ¡besos!
HOLA ME GUSTARIA SABER ES QUE PÁGINA SE ENCUENTRA ESTA FRASE POR FAVOR ES MUY LINDA Y DIVERTIDA ...<3
ResponderEliminar-Oooh, de menta -exclama Peeta después de abrir la bolsa de caramelos; se lleva uno a la boca.
-Son míos -lo regaño, intentando recuperar la bolsa. Él se la lanza a Haymitch, que se mete un puñado de caramelos en la boca antes de pasársela a Prim, que está soltando risitas-. ¡No os merecéis mis caramelos! -grito.