Sí, hoy es el último día de la Semana Temática en las Tierras Blancas. La verdad es que me da bastante pena que acabe porque me lo he pasado muy bien preparándola. Espero que os haya gustado y que hayáis podido disfrutar de la semana tanto como yo.
Ayer publiqué la reseña de Leyendas de la Tierra Límite: Las Tierras Blancas y si la habéis leído sabréis lo mucho que me ha gustado. De verdad, no sabéis lo que me ha costado preparar la entrada de hoy, ya que al ir a elegir las citas inconscientemente me ponía a leer el libro. Claramente hay muchas más frases, citas, partes o momentos que me han encantado; pero sólo he seleccionado diez para que la entrada no se hiciera eterna y para no destriparos toda la historia.
Ayer publiqué la reseña de Leyendas de la Tierra Límite: Las Tierras Blancas y si la habéis leído sabréis lo mucho que me ha gustado. De verdad, no sabéis lo que me ha costado preparar la entrada de hoy, ya que al ir a elegir las citas inconscientemente me ponía a leer el libro. Claramente hay muchas más frases, citas, partes o momentos que me han encantado; pero sólo he seleccionado diez para que la entrada no se hiciera eterna y para no destriparos toda la historia.
NOTA: Os advierto de que si no habéis leído no os recomiendo leer la entrada, ya que cualquier cita puede ser considerada un spoiler.
Y para finalizar con la Semana temática en las Tierras Blancas hoy toca Frases y citas; ¡así que empecemos!
- No te marches -suplicó él. Su voz tenía pinceladas de angustia.
Ella cerró los ojos para controlar el dolor. Tenía que ser fuerte.
- Sabes que debo hacerlo -susurró.
Se levantó y, con mucha suavidad, rozó los labios de él con los suyos.
Y luego comenzó, muy despacio, a destrenzar sus dones.
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- ¿Qué ha pasado?
- Creo que hay uno de ellos cerca -susurró ella, sin aliento.
- ¿Uno de ellos? -inquirió Guil, dejando escapar un silbido entre sus labios.
- ¿Cómo lo sabes?
- Me lo ha dicho el viento.
Guil se atragantó. Demonios -pensó-, aquello era peor de lo que había supuesto. No solo era una Sanadora. También estaba loca.
- No me digas... -repuso con una media sonrisa.
Aïa se enfureció. Aquel patán se atrevía a poner su juicio y su don en duda.
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Se sentía excluida. Y sola. Si la soledad hubiera sido agua, Aïa se hubiera ahogado en ella.
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- ¿Por qué no te sientas en las sillas, como el resto de los mortales? -la seca voz de Guil,
que acababa de encontrársela por sorpresa, la sacó de su ensimismamiento.
- Tal vez porque no soy como el resto de los mortales.
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Laua buscó con sus dedos temblorosos el colgante de Maewk, que seguía en su cuello veinte años después.
- Debes jurar que siempre lo llevarás puesto -le había dicho su marido el día que se lo regaló.
- Lo juro -contestó Laua, mirándolo a los ojos. Aquellos ojos en los que se perdía.
- Eres mía -afirmó Maewk, agarrándola por la cintura y mordiéndole el cuello, mientras ella reía.
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-Lo siento -murmuró Aïa-. No era mi intención pegarte tan fuerte -y luego, mirando a Guil, levantó la barbilla y afirmó-. No necesito a nadie que me defienda. Puedo hacerlo sola.
-Puede hacerlo, Guil, créelo -gimió Buth, desde el suelo.
Aïa sonrió, por primera vez esa mañana.
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-Perdóname por esto -susurró Buth y pasó su brazo alrededor de la cintura de la Sanadora. Su boca bajó hasta cubrir los labios de Aïa en un beso.
En un principio, la Sanadora intentó separarse instintivamente, pero luego, pensó que era posible que no volviese a verlo. "Un beso de despedida" -pensó Aïa-. "Era eso para los dos". Cuando sus bocas se separaron, permanecieron un momento abrazados, consolándose mutuamente.
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-Que la Madre Naturaleza me ayude -dijo, guiñándole un ojo a Aïa-. Me he enamorado de una Sanadora.
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-Me preguntaba... si no deberíamos potenciarlo.
-¿Cómo?
-Bueno... podíamos dejarles compartir habitación.
Ardanae torció el gesto.
-Me estás pidiendo...
-Sí, tú tienes la habitación más grande. En tu lecho caben dos personas.
-¿Y la tuya?
-Tal vez podamos compartirla -dijo Krolig, agachando la cabeza.
Ardanae sonrió. Conocía a Krolig desde niña. Sabía cómo pensaba. Y se preguntaba qué parte de aquel trato tenía beneficio para todos y qué parte solo para Krolig.
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-No te preocupes. Volveré.
-Sabes que si no, iré a buscarte.
Él sonrió.
-Serías capaz.
-Y tanto -le respondió ella.
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-No sabes -dijo Tarus- lo que me alegra que se abran los cerrojos.
-¿Los cerrojos?
-Tal vez sea un poco pronto para explicar en qué consisten -opinó Tarus,
dándole un beso en la frente.
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¿Os han gustado las citas?
Si habéis leído el libro, ¿qué otras citas o partes os gustaron?
Y si no lo habéis leído, ¿os ha picado la curiosidad después de haber leído las citas?
Me han encantado las frases, espero hacerme pronto con el libro.
ResponderEliminarSaludos.
A mi también me gustaron mucho, habían más pero no las pude poner porque eran demasiado spoiler xD Yo también lo espero, ¡y ojalá que te guste! :)
ResponderEliminar¡Saludos! ^^